domingo
y el silencio fue perfecto;
sus labios callaron millones de voses suicidas,
en mi interior gritaban.
su lengua y la mia sembrando flores,
dedos enterrados en las costillas,
mi cuello su guarida y su vida
con la mia un suspiro apurado.
humedo, sabor a pasto tierno
cafe mesclado con tabaco.
todo en silencio
todo humedo
todo profundo
me rescato con sus labios aferrados a mi cuello.
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