Tus labios me condenan,

Tus labios me condenan,
al sabor,
al sabor del vuelo, inocencia del viento q rozó tu pelo ese día y esa sonrisa que te arranque de la boca, colocándola en mis labios y dibujándola con los dedos

y esos ojos que serraste el mismo día, cuando mis dedos bailaban y volaban
como el tango sobre tu rostro y tu alma, los mismos que cerré a besos cuando se mojaron

Es extraño el invadir del deseo, el invadir de tu cuerpo, de tu alma y de tus dedos, todo es justo y delicadamente preciso, se pone junto a la puerta y golpea muy fuerte.

Como aquel día debajo de los arboles, nos bombardearon de arriba, desde el cielo naranja y el techo verde, cuando en mi atravesaste la mirada.

Estoy condenado a ser tu piel, vivir pegado a tu ser, ser una única extensión, dibujar el sabor, eternamente.

Solo con los dedos sobre un lienzo suave, dibujarlo a caricias con un mar de sensaciones, llorar mojando tu pelo, llorar secando tus labios, llorar ahogándome en ellos

Dibujare tu aroma, lo plasmare en sangre y piel, es preciso y eternamente amarillo, nunca deteriora ni jamas pierde su olor

Flor amarilla

Lenta

Suabe y loca.